La comunicación se concibe como un sistema de canales múltiples en el que el autor social participa en todo momento, tanto si lo desea como si no: por sus gestos, su mirada, su silencio e incluso su ausencia. En su calidad de miembro de una cierta cultura, forma parte de la comunicación como el músico forma parte de la orquesta. (Lectura La nueva comunicación)
Jean Dominique Bauby se vio privado de todo eso que apenas valoramos. Se vio encerrado dentro de su propio cuerpo (Síndrome encerrado en sí mismo) Lo que antes había sido su puerta al mundo, se transformó en su cárcel. La cárcel de su alma. La cárcel de sus pensamientos. La escafandra que le aislaba de lo que le rodeaba.
Tan sólo podía mover el ojo izquierdo. Ese ojo se convirtió en su ventana de comunicación, su único medio para que el contacto entre su mente y el exterior no se rompiera definitivamente.
Por dentro seguía siendo el mismo, un hombre lleno de vida, en plenitud de facultades intelectuales. El poder de su imaginación le permitía escapar a su encierro para volar donde quisiera, como una mariposa en plena libertad.
Un extraordinario homenaje a la sensibilidad, a la potencialización de nuestras capacidades y recursos, aunque éstos aparenten ser mínimos porque así lo decidimos, mantenemos en nuestra escafandra muchas veces sin dejar salir esa mariposa que tenemos todos en nuestro interior.
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